IRMA
 

martes, 8 de febrero de 2011

Entrevista a Maricarmen Alva en Impacto: El Diario


Ebrard actúa con bandera política; 'no nos hace caso'
Abortos con impunidad y sello millonario

Actúa solo con criterios inmediatistas y olvida las secuelas postraumáticas de la mujer

Ideas suicidas, depresión profunda, sentimientos de vacío, problemas de sueño e irritabilidad son algunos síntomas por los que pasa una mujer tras vivir un aborto, y pese a que en el Distrito Federal se despenalizó su práctica y se realizan de manera gratuita en hospitales públicos, en la mayoría de los casos no se brinda ayuda postraumática.

En abril de 2007, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó reformas al Código Penal y a la Ley de Salud locales para permitir la Interrupción Legal del Embarazo antes de las 12 semanas de gestación; sin embargo, a cuatro años de ello, organizaciones civiles acusan que al tratarse de políticas de corto plazo no se brinda atención psicológica a quienes se someten a dicho procedimiento.

En entrevista para IMPACTO TV y en aras de abrir el análisis en torno al tema, María del Carmen Alva López, presidenta del Instituto para la Rehabilitación de la Mujer y la Familia, A. C. (IRMA), hace un llamado para que evalúen los efectos negativos que trajeron consigo las citadas modificaciones a la ley.

Datos levantados por la asociación, una de las de mayor aporte en el tema a nivel nacional y con 10 años de servicio, arrojan que siete de cada de 10 mujeres que enfrentaron un aborto lo hicieron con gran ansiedad; ocho de cada 10 con temor, y la mitad de los casos lo asumió con miedo a morir.

El síndrome posaborto genera una parálisis emocional que se traduce en ideas suicidas en 48 por ciento de los casos, y en 11 por ciento en intentos para morir; al tiempo que incrementa las posibilidades de que generen o incrementen adicciones al alcohol, las drogas o al trabajo.

Pese a que en la mayoría los trastornos se presentan tras el procedimiento quirúrgico, en muchas ocasiones se externan pasados los años; “puedes vivir de manera aparentemente normal y no darte cuenta a qué le debes tu malestar, incluso puede desarrollarse un trastorno depresivo mayor, un estado de ánimo que paraliza”, comparte.

IRMA, que forma parte de una red de organizaciones que defienden la vida desde el momento de la concepción, lamenta que desde el ámbito político se desdibuja el sentido humano, traduciendo a políticas de corta visión la falta de educación sexual.

“Todo se reduce a políticas inmediatistas, no les interesa el largo plazo, no le interesa acompañar a las mujeres. Cuando una mujer recurre al aborto por sentirse abandonada y después del aborto se sigue sintiendo abandonada; quiere decir que no estamos actuando integralmente, no le estamos brindando estas alternativas, ni las estamos acompañando”, señala.

Alva López, quien desde su papel como ciudadana, recrimina que el gobierno de la Ciudad de México no ponga énfasis en la atención que debe darse a las mujeres tras un evento de este tipo, lo que refleja la perspectiva limitada en cuanto a la ayuda psicológica, psiquiátrica y terapéutica que deben recibir a la par del procedimiento.

“Lo que están haciendo es decir ‘no sucede nada’, entonces hacen que la persona se la crea y pasado el tiempo, cuando empiezan a sentir tristeza, pesadillas, trastornos alimenticios, ansiedad, no se les acompaña”, lamenta.
BRINDAR INFORMACIÓN

Por ello, desde la sociedad civil abogan porque se dé información precisa y clara sobre los efectos adversos que vivirá la mujer tras someterse a un aborto y que sepa que existen lugares a donde acudir para ser escuchadas.

“No se vale que nuestras mujeres no tengan acceso a toda esta información, que se les diga no pasa nada; hablémosles con la verdad para que tengan más herramientas para tomar decisiones. (Y es que les dicen) que es el único camino y es su derecho, y tienen que hacerlo porque no hay de otra; ¡qué mensaje le estamos dando a nuestros jóvenes!”, apunta.

En ese sentido, María del Carmen reprocha que las autoridades en turno y las que les precedieron no quieren escuchar, “porque es más fácil hacerle el aborto a una mujer, como una solución inmediata y no te preocupas por el largo plazo, que ya lo verá otro sexenio”.

Y aunque destacó que la misión del IRMA no compete al cabildeo político, sí se han acercado a los gobiernos para ofrecer servicios integrales a favor de quienes ya pasaron por la interrupción de un embarazo; pero les han sido cerradas las puertas.

Puso como ejemplo el modelo sobre el tema que impera en Alemania, donde pese a que el aborto está legalizado, hay un proceso de acompañamiento a las féminas en el que se les brinda información biopsicosocial, explicando qué les ocurrirá física y emocionalmente, y contrario a lo que se espera de un país europeo, cuenta con un alto índice de aceptación de la maternidad.
NO POLITIZAR EL TEMA

Al reconocer que es difícil desvincular el tema de la agenda partidista, la especialista se pronunció porque no se aborde desde una perspectiva política, como en la actualidad sucede, poniendo del lado liberal a quienes están a favor del aborto y del lado conservador y de ultraderecha a quienes pugnan por el respeto a la vida.

Por ello destacó que las leyes deben estar orientadas a proteger al ser humano, sin distinción de la situación que enfrente. “Cómo es posible que actuemos tan incongruentemente si no hay un respeto a la vida desde el momento que se constituye; qué seguridad voy a tener en mis leyes y mi gobierno si no estoy recibiendo ese mensaje, con qué recursos y armas me voy a enfrentar a la vida si me encuentro angustiada.

“El tema de vida es lo básico, tenemos que partir de un mismo terreno sin importar el color que seamos o del partido que haya en el gobierno, independientemente del credo, tenemos que partir de una misma base”, considera.

Señaló que organizaciones como las que presiden desean dejar en claro que no están de uno u otro bando, dado que ubicarse en ellos es una limitante para el trabajo que realizan.

“Como instituto, nuestra postura es favor de la mujer, del ser humano. Lo que queremos es que sepan que hay un espacio para cada quien, si ya ha pasado por una experiencia de aborto en cualquier etapa de su vida, tenemos un lugar libre de juicios donde pueda expresar aquello de que ha guardado silencio”, refiere.
SIN CRIMINALIZAR A MUJERES

Cuestionada en torno al controversial tema de las mujeres encarceladas en diversos estados del país por haber abortado acusadas de asesinato en razón de parentesco, María del Carmen consideró que ninguna merece ser privada de su libertad por vivir una situación en desesperación, soledad, angustia o ignorancia.

Explica que sobre los casos de Guanajuato, se dieron a conocer a la opinión pública de manera errónea, “sabemos que ninguno de estos casos fueron mujeres que realizaron un aborto, todos fueron casos de infanticidio, algunas personas o grupos aprovecharon la coyuntura y les pareció fácil difamar”.

La cárcel, dijo, jamás será una alternativa, pues sería como recluir a todas las personas que se enfrentan a una adicción; “es muy triste que como sociedad y gobierno no estemos protegiendo al ser humano en todas sus etapas difíciles”.
MÁS EDUCACIÓN

En una agradable charla, la responsable del IRMA se pronunció por abatir el problema de embarazos no deseados y el aborto con mayor atención y trabajo en educación sexual integral, en la que se brinde a los jóvenes información sobre su cuerpo y las relaciones personales, a fin de que tomen las decisiones correctas y no sólo actúen impulsivamente.

Asimismo, generar políticas públicas que pongan en el centro a la mujer; entre ellas, emprender campañas de acompañamiento en el embarazo, facilitar a las mujeres su maternidad con la vida profesional, implementar guarderías cercanas a los lugares de trabajo y reducir los horarios para madres trabajadores, entre otras; con el propósito de que se vean obligadas a preponderar lo laboral sobre lo familiar.




Consulta la nota en el sitio web de Impacto: El Diario

viernes, 7 de enero de 2011